Por cuatro buena razones: no solo  para que el niño adquiera una excelente pronunciación y  para que aproveche el momento de su vida más optimo para incorporar la gramática de uno o más idiomas, sino también por el efecto sobre otras habilidades cognitivas y quizás la más importante de todas, por lo afectivo.

El aprender un segundo idioma a muy temprana edad desarrolla un potencial de inteligencia múltiple de largo alcance. Las redes neuronales extras que han sido activadas para el aprendizaje de una segunda lengua apoyan cognitivamente a ese niño para aprender otras funciones cognitivas como la matemática o la música, además de facilitar en un futuro el aprendizaje de una tercera o mas lenguas.

La razón quizás más importante es de carácter afectivo. El niño tiene la posibilidad de crear un anclaje de experiencia positiva de juego y de afecto en el aprendizaje del idioma. A través de la experiencia de aprendizaje del bebe los padres disfrutan y ven los resultados, lo cual  será motivador para el bebe. En este proceso, también se crea un espacio para que los padres pasen un rato creativo y lúdico con sus bebes compartiéndolo con otras familias, donde el juego y el afecto se combinan para desarrollar el máximo potencial de su hijo.

MUVIN se caracteriza por su enseñanza holística. Es decir, nuestros alumnos aprenden el inglés de manera similar a como han ido adquiriendo su primera lengua.  Esta metodología está centrada en el alumno – su mente, cuerpo y emociones – asegurando así un aprendizaje natural, acelerado y amigable con el cerebro. Como resultado, los alumnos aprenden inglés de un modo placentero y lúdico, siendo expuestos a la totalidad de las estructuras del idioma desde un primer momento.

“Desde MUVIN tenemos por finalidad  exponer a los alumnos a la lengua inglesa en un clima cálido, distendido y amigable, para lograr un anclaje positivo que implica un aprendizaje garantizado y memorable”.